domingo, 13 de agosto de 2017




EL RASCACIO (Scorpaena porcus)


El Rascacio, como todos los peces escorpión del Mediterráneo, tiene la vejiga natatoria deficientemente desarrollada por lo que es un mal nadador. Suele nadar con desgana y solo durante unos pocos metros, para volver a posarse enseguida en el fondo de nuevo. Son abundantes y típicos habitantes de los fondos, pasando la mayor parte del tiempo pegados al sustrato inmóviles donde se mantienen cazando al acecho perfectamente camuflados gracias a su mimetismo. Sin embargo, son peces con una sorprendente y rápida capacidad de aceleración y un potente poder de succión con el que atrapan a sus presas, pequeños peces y crustáceos, en un abrir y cerrar de ojos.

Todos los peces escorpión son venenosos. El veneno, que se encuentra en sus espinas sobre todo las dorsales, sigue siendo activo durante mucho tiempo después de su muerte por lo que la mayoría de las picaduras se producen cuando son manipulados una vez capturados.

Escrito por Aurelia Artolachipi 
Foto: Manuel Campillo

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